En el vocabulario de Limón existen dos principios de gran importancia relacionados con las acciones de fall and recovery: las ideas de overcurve y undercurve. Estos son dos formas opuestas de enfrentar la gravedad y comenzar un movimiento. En el primer caso, la acción surge de un impulso en el que se empuja el suelo para crecer hacia arriba y luego caer lejos. En el segundo, por el contrario, el desplazamiento del peso comienza desde una caída.

La overcurve tiene su origen en una acción apolínea y está vinculada al principio del rebote. La pelvis dibuja un arco, o sólo una parte de él, hacia arriba en el espacio. La acción parte de un esfuerzo muscular, de un empuje constante del pie o pies de apoyo contra el suelo, para alcanzar una oposición que se extiende a lo largo de la alineación de todas las articulaciones implicadas; una oposición que se da sobre todo entre el talón y la cadera respectiva. Después, se cae aún más, empujando y dejando caer la pelvis hacia el exterior. De hecho, este impulso se utiliza para caer lejos y no en el sitio como ocurre en el undercurve. Para transmitir mejor la sensación que se busca, en la técnica también se utiliza el término up and over.

La overcurve siempre busca primero la verticalidad, esa sensación de alargamiento y expansión hacia el cielo. Incluso cuando surge de la simple bipedestación, las piernas, o la pierna "de apoyo", se extienden como consecuencia de un empuje hacia arriba. El talón crea una oposición no sólo en relación con la pelvis, sino también en relación con la dirección del pecho, la cabeza y otras partes del cuerpo. La oposición persiste incluso durante la acción, mientras que la pelvis se aleja de su centro; de hecho, es importante que durante la fase de movimiento el talón intente resistir, oponiéndose a la caída y permaneciendo el mayor tiempo posible en el suelo. Podemos dirigir las acciónes de empujar y caer hacia cualquier lado, sin olvidar por ello la importancia del movimiento que actúa en sentido contrario.