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Momentum y Danza

Actualizado: 4 ago 2023

Es importante tener cuidado al hablar de momentum, para no confundir las ideas ni ser confundidos. La traducción correcta de momentum (o momento) es cantidad de movimiento y puede diferenciarse en lineal o angular.

Comencemos con el momento lineal. Newton sentó las bases de la dinámica, la teoría matemática del movimiento, comprendiendo que el comportamiento natural de los cuerpos implica que se muevan en línea recta a una velocidad constante. Definió el momento lineal como el producto de la masa de un cuerpo por su velocidad, que a su vez se define como la velocidad en una dirección particular. De hecho, si se aplica una cierta cantidad de fuerza sobre un cuerpo, este adquiere velocidad hacia una dirección y, además, el momento adquirido no puede ser detenido a menos que el cuerpo en movimiento sea desacelerado o frenado por fuerzas externas. Este concepto está contenido en una ley fundamental de la naturaleza, llamada Principio de conservación del momento lineal (“Law of conservation of linear momentum”). El momento lineal es, por lo tanto, una propiedad de un objeto que está en movimiento y cambia de posición con respecto a un punto de referencia, moviéndose a lo largo de una línea recta. Sin embargo, si el objeto no solo cambia su posición, sino también su dirección con respecto al punto de referencia, comenzando a rotar sobre sí mismo, hablamos de momento angular. Aquí encontramos el Principio de conservación del momento angular (“Law of conservation of angular momentum”), que es el equivalente rotacional del Principio de conservación del momento lineal.

Piensen en una bailarina. Corriendo, saltando o simplemente dejando caer su peso hacia una dirección, genera una potencial cantidad de movimiento lineal, en la que el cuerpo crea movimiento sin esfuerzo. Sin embargo, si antes o durante la acción la bailarina da un impulso muscular para modificar su propia dirección, comienza a generar una cantidad de movimiento rotacional que la lleva a girar sobre sí misma, adquiriendo el llamado momento angular. Las piruetas son un gran ejemplo de ello.


¿Pero qué significa realmente usar el momentum? Supongamos que, al prepararnos para un viaje de un día en automóvil, deseamos estar listos para satisfacer las necesidades de nuestro organismo, como la sed. Probablemente llevaríamos con nosotros una botella con suficiente agua para hacer uso de ella durante el día. Bien, hablando de danza, reemplacemos el agua con el momentum y tendremos una válida analogía. Cuando bailamos, hay movimientos en los que se genera una potencial cantidad de movimiento lineal o rotacional, pero en lugar de usarla en el momento en que se produce, podemos conservarla para aprovecharla más adelante.


Tomemos como ejemplo la carrera, en lo que respecta al momento lineal. Si dejamos caer nuestro cuerpo hacia adelante, ya hemos generado una potencial cantidad de movimiento lineal. En este caso, para conservar el momentum podemos contrarrestar nuestro peso en caída paso a paso, dejando evolucionar la acción en una carrera. Cuanto más dejemos caer nuestro peso hacia adelante, mayor será la velocidad de la carrera. Al conservar esta cantidad de movimiento, tenemos la posibilidad de aprovecharla en un momento posterior, por ejemplo, dirigiéndola en la explosiva creación de un salto o en otros movimientos.


Ahora pasemos al momento angular, tomando como ejemplo los fouettés. En cada plié, el impulso del pie en el suelo genera nueva fuerza para crear un movimiento rotacional. En física, podemos llamar a esta acción de impulso torque: una fuerza que tiende a crear una rotación. Al mismo tiempo, la pierna sostenida lateralmente lleva una masa significativa generando también un movimiento rotacional, en colaboración con el pie en el suelo. Gran parte de esa masa se lleva lejos del eje vertical de rotación, haciendo que el momento de inercia aumente, mientras que la velocidad angular disminuye. Justamente, es en esa pierna donde el momentum puede ser conservado y utilizado posteriormente. Lo mismo ocurre con los brazos. Así, cuando la bailarina durante los fouettés aprovecha nuevamente el torque y acerca a sí misma la pierna y los brazos, adquiere nueva energía, rotando más rápidamente; disminuye el momento de inercia y aumenta la velocidad.


Hablando de danza, podemos decir que el momentum es un flujo de movimiento al cual el cuerpo no opone resistencia, sino que permite su dinámica natural. Se origina a partir de un impulso muscular, que puede ser una acción de liberación o una cierta cantidad de fuerza utilizada para iniciar el movimiento. Se pueden usar impulsos musculares también durante la acción, para rebotar el flujo de movimiento en una dirección u otra. Por lo tanto, es posible aprovechar la energía del mismo momentum para crear uno o más movimientos. La acción también se arraiga espiritualmente en la capacidad del ser humano de soltar y reconocer cuándo es el momento adecuado para actuar.


En la danza moderna estadounidense, a principios del siglo XX, para alejarse de la búsqueda de un movimiento artificial, los bailarines comenzaron a visualizar el movimiento como un flujo de energía dinámica, dando más importancia a lo que se encuentra entre una posición y la siguiente que a las posiciones mismas. El descubrimiento del movimiento como elemento constitutivo de la danza, de la misma manera que el sonido es el elemento constitutivo de la música, es uno de los cuatro descubrimientos importantes de la danza moderna. La conciencia del momentum asume entonces un componente fundamental, que permite al bailarín sentir el movimiento como un flujo dinámico, y al mismo tiempo mover el cuerpo de manera eficiente.

Dejo aquí abajo un interesante video que habla del momentum durante los fouettés!


Escrito por Matteo Mascolo.

Traducciones: texto traducido al inglés por Alberto Rabachin y Bianca Pasquinelli, al español por Matteo Mascolo.

Fuentes: La información procede de mis propios cursos de profundización sobre la física y el movimiento.

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